PARA ELLA

Eres tú, la que me dió la vida.

Eres tú mi perla, mi tesoro, mi referencia; lo único que me ata con mi pasado.
Siglos y siglos que viven en mí a través tuyo. Gracias a tí estoy ligada y mezclada con estrellas rutilantes y planetas rojos y azules.

Agún día se romperá esta atadura y yo seré, a mi vez, faro y guía, cuerda y nudo.

¡Qué dolor será perderte! ¿Cómo será mi vida sin tí? ¿Cómo podré borrar de mis labios la palabra "mamá"?

Tú mi reina, mi sol, mi vida, ¿cúantas cosas no te dije, cuando aún podías entenderlas?. 
Ahora escuchas mis palabras; pero ya no las oyes.
Se quedan flotando entre tú y yo y se depositan, suavemente, en tu pelo, en tus mejillas, en tu cuello....¡Oh mamá, cúanto te quiero!

Me vas a dejar, lo sé; pero nunca estaré preparada. Es demasiado grande mi desconsuelo.....


Y tú lector, ¿crece dentro de tí una ternura súbita hacia tu madre?
Pues no desperdicies tu tiempo.
Aprovéchalo.



TERNURA SÚBITA - III