PARA ÉL

Tú eres el lugar hacia donde me dirijo. No iré al cielo ni al infierno; sólo tú eres mi destino y punto!

Los momentos que hemos vivido juntos, los guardo en mi bolsillo. Son diamantes cuyo brillo deslumbra, ilumina y calienta mi vida.

Hay días en lo que consigo no pensar en tí. Son esos días en que los problemas me absorben y tu presencia se diluye; pero sé que todo lo que hago lleva tu nombre.

Mi amor por tí se asemeja a una corriente de agua que fluye y abre surco. Va y viene y se desborda sobre otras tierras y las bendice.

Todo lo que he perdido jamás me será devuelto. Todo lo vivido junto a tí, jamás me será arrebatado. Ésa es mi fortuna, mi capital. No se puede comprar ni vender, no cotiza en Bolsa. Es un bien escaso y su valor siempre está en alza. Es más preciosa que el oro y sin embargo no tiene valor, y por no tenerlo, está al alcance de pocos.

Y tú que me lees, atiende y escucha.
Dime, ¿sientes una ternura súbita por tu amor?
Pues entrégate.

TERNURA SÚBITA - II